Más de 860 casos del perosnal de salud padece de COVID-19.
Los trabajadores humanitarios temen que un nuevo aumento de los casos de nuevos corona virus sería desastroso en el noroeste de Siria, donde casi 1,5 millones de personas viven en campamentos o refugios hacinados, a menudo con poco acceso al agua corriente. Las autoridades sanitarias del noroeste de Siria anunciaron 5.075 casos de COVID-19 hasta el momento, incluyendo 42 muertes.
De ellos, se han registrado más de 860 casos entre el personal sanitario y casi 330 personas en los campamentos. De los tres millones de personas que viven en Idlib, casi la mitad vive en hogares provisionales y tiendas de campaña después de escapar de los combates durante los nueve años de guerra civil en Siria.
En un asentamiento informal en Idlib, el último bastión rebelde importante del país, Hassan Sweidan, que huyó de su hogar hace siete años, dijo que él y otros sirios desplazados no tenían muchas posibilidades contra la enfermedad.
“Vivimos en un campamento todos juntos. Si alguien habla con su familia, todos los vecinos pueden oírlo”, dijo Sweidan, que está en sus 40 años y tiene un problema de salud existente.
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FUENTE ALJAZEERA NEWS