En un cometa puede distinguirse dos importantes partes la cola y el núcleo.

El nombre cometa deriva  del latín coma (cabellera) y se debe al lado luminoso que constituye la característica más vistosa de estos cuerpos celestes que sugieren precisamente la imagen de una cabellera ondulante. En cada cometa puede distinguirse un núcleo que se presenta como un punto particularmente luminoso y está envuelto por una capa de vapores llamada precisamente, coma.

   Estas dos partes coma y núcleo constituyen la cabeza del cometa. La parte más espectacular, la cola, compuesta por sustancias extremadamente ratificadas constituye la parte a largada del cuerpo celeste. La coma puede asumir forma muy variada: halo circulares de diversa luminosidad, arcos concéntricos (Cometa Chioggia), óvalos estriados, penachos o nubes de franjas.  La forma de la coma cambia continuamente a medida que, en el recorrido de su órbita, el cometa va acercándose al Sol.  La cola suele ser muy alargada y bastante luminosa. Según los casos su longitud puede alcanzar atravesar casi por entero la bóveda celeste.  Las colas más largas observadas por astrónomos han alcanzado decenas e incluso centenas de millones de kilómetros.

   Este fue el caso del cometa que apareció en 1843, cuya cola tenía una longitud de 320 millones de kilómetros (más del doble de la distancia Tierra-Sol). La anchura de su cola también puede ser de notables proporciones del orden de centenares de millones de kilómetros.

FUENTE ENTESPA

About The Author

Copyright © Todos los derechos reservados. | CoverNews por AF themes.