PASTOR: EDDY MO RILLO
El pueblo de Israel tenía la esperanza de escribir sus leyes en nuestras mentes y corazones.
Hebreos 10:14-17
Nosotros como participantes del Nuevo Pacto tenemos beneficios aquí en la tierra y allá en el cielo.
En el Nuevo Pacto tenemos una nueva Naturaleza. La cabeza en una mente natural no puede administrar los misterios de Dios, se le puede explotar la cabeza.
1) Primero Dios tuvo que hacernos nacer de nuevo. Eso incluye una nueva ciudadanía.
Filipenses 3:20-21
2) Somos parte de un nuevo hombre. Es un organismo vivo, y ese hombre nuevo es la iglesia.
Esa iglesia será presentada ante el Señor.
3) Para poder entender todos estos misterios Dios tuvo que transformar nuestra mente.
El Espíritu de Dios es el único que conoce los misterios de Dios.
2nda Corintios 5:18-19
4) El ministerio de la reconciliación.
Consiste en que ya no somos enemigos de Dios a través del ministerio de la cruz. Nosotros somos templos del Espíritu Santo. Todo lo que es el Nuevo Testamento dice que es el Nuevo Pacto.
Hasta que el testador no muere, no puede entrar en vigencia.
La garantía que tenemos es que el mismo que murió, resucitó, y se constituyó también en abogado.
Hebreos 9:24, 10:22
Cuando esta congregado con los hermanos estamos en el cielo mismo, es decir, en la presencia de Dios.
Las cosas que se ven son pasajeras, las que no se ven son eternas.
Dios está en medio nuestro.
Dios en el Nuevo Pacto nos dio un día. Eso se produce cuando escuchamos la voz de Dios.
Cuando oímos la voz de Dios ese día se convierte en día de reposo.
Hebreos 12:22-24
Nosotros tendremos un cuerpo semejante al de Cristo. La muerte no tiene poder sobre nosotros porque estamos en un nuevo Pacto.
Tercero nos espera todo el pueblo de Dios. Todos somos primogénitos.
Los profetas saludaban de lejos. A nosotros nos ha tocado ser parte de un Nuevo Pacto.
Dios provee alimentos para esos pajaritos.
Nos espera Nuestro Padre como Juez de todos.
Nos espera los espíritus de los justos hechos perfectos.
Apocalipsis 19:7-8
La imagen de esta vestidura nos habla de una perfección tal que no tiene mancha ni arrugas.
1ra Juan 3:1-2
Hebreos 13:21-25
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