Durante los últimos tres meses, los israelíes libraron una guerra contra un enemigo invisible, el nuevo coronavirus. El primer ministro Benjamin Netanyahu sirvió como general, y a su lado estaba el «teniente» Moshe Bar Siman Tov, 43, afectuosamente conocido como «Barsi.» En sus camisas grises y bronceadas, sus chaquetas abiertas y sus gafas de borde oscuro, el director general del Ministerio de Salud aparecería junto al primer ministro en tiempo de máxima audiencia, infundiendo miedo al pueblo israelí.
«Dondequiera que vayas, podría haber una persona con coronavirus», advirtió Bar Siman Tov al público durante una reunión informativa en marzo. «Usted podría estar infectado y poner a otros en riesgo… Nuestra capacidad para vencer a coronavirus depende en gran medida de usted. Guárdese.» Predijo que 5.000 israelíes morirían y que hasta el 5% de la población – unas 430.000 personas – caería enferma. Pero al final, el número de israelíes infectados – menos de 17.000 – está en declive, y el número de muertos ronda alrededor de 265: Ambos números son sólo alrededor del 5% de sus aterradoras estimaciones.
FUENTE JERUSALEM POST
About The Author
