El error de la OTAN es que todavía piensa que está lidiando con la debilitada Rusia de los 90
Cada país puede decidir por sí mismo a qué tipo de alianzas militares y políticas quiere unirse.
Las recientes conmociones en las relaciones ruso-ucranianas, y la creciente participación de los Estados Unidos, podrían ser algunos de los hitos más significativos en la historia de Europa desde el final de la Guerra Fría, hace más de tres décadas.
Pero las bases para un choque de cabezas fueron puestas mucho antes del presente día. Desde la reunificación de Alemania, la arquitectura de seguridad del continente – la tregua cuidadosa entre el Este y el Oeste que se mantuvo fuerte incluso en los momentos más tensos del siglo XX – ha sido desmantelada sistemáticamente.
¿Era ese proceso evitable? Es inútil incluso preguntar. Lo que importa es que, desde entonces, el principio clave ha sido que cada país puede decidir por sí mismo a qué alianzas militares y políticas quiere unirse. Por supuesto, esa elección no siempre fue gratuita y, después de 1991, la OTAN se convirtió en el único club de la ciudad, ya que los demás habían empacado.
FUENTE RT
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