La destrucción de los hábitats, la contaminación y la degradación ambiental

El hombre, en el transcurso de los milenios, ha modificado sin cesar el ambiente biológico y físico en el que vive; ha construido ciudades y canales, ha excavado galerías para procurarse energía, ha descendido al subsuelo para buscar carbono, petróleo, metano, y uranio; ha roturado terrenos esteparios e inmensos territorios forestales; ha matado innumerables animales terrestres y marinos para satisfacer sus necesidades alimentarias.

  Si, por una parte, una acción ha contribuido  a mejorar las condiciones de vida de la humanidad, por otra ha provocado enormes y graves trastornos ambientales. Especialmente durante las últimas décadas, que resulta del gran desarrollo industrial, el hombre ha causado distintas formas de contaminación del ambiente. Aire, agua y suelo están gravemente afectados; la radioactividad está alcanzando niveles alarmantes en grandes zonas del mundo.

  Las causas de la degradación ambiental no acaban ahí; la explotación de los recursos naturales se efectúa de un modo irracional, sin preocuparse en distinguir entre recursos renovables y recursos no renovables; la deforestación salvaje, además de destruir estos hábitats, provoca la erosión y su secuela: pérdida de la retención hídrica de los suelos, desprendimientos de tierras, inundaciones; el avance de los desiertos elimina terrenos fértiles. El uso indiscriminado de abonos y pesticidas ha envenenado mares y ríos.

FUENTE ENTESPA    

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