La cacería que paramilitares y antimotines han emprendido contra manifestantes opositores en la isla de Ometepe, en el lago Cocibolca de Nicaragua, ahuyentó a los turistas que antes rehusaban abandonar este paradisíaco destino aún cuando uno de sus volcanes entraba en erupción.
Como «la isla ha sido asediada ahora por los paramilitares y antimotines hay más temor» entre los turistas, dijo a la AFP Duval Briceño, dueño de un hotel que, como tantos otros, permanece vacío por la crisis que originó la represión a las protestas de abril.
Empresarios turísticos como Briceño se han visto obligados a vivir de sus ahorros, o a dedicarse nuevamente a la agricultura y al cuido de vacas y animales domésticos.
FUENTE AFP